Recuerda

Puede que el pensamiento irradiante no sea tu fuerte. Ya hablamos en la unidad 1 de que cada persona tiene más propensión a unos tipos de pensamiento que a otros, pero el pensamiento irradiante se puede desarrollar.

Puedes llevar a cabo los siguientes ejercicios mentales para prepararte:

Brainstorming

Comienza dejando a tu mente divagar para que vaya de una idea a otra.

Para practicar, empieza pensando en algo sencillo y cotidiano como, por ejemplo, lo que haces un lunes cualquiera. Conforme vayas adquiriendo rapidez en los brainstormings, podrás realizarlos sobre temas más complejos.

Practica el brainstorming en tu día a día hasta que te des cuenta de que encuentras asociaciones entre ideas y qué nuevas ideas afloran naturalmente.

Checklist

Las checklists o listas de comprobación son enumeraciones de elementos que luego iremos tachando o señalando conforme vayamos confirmando cada elemento.

Seguramente, haces listas de este tipo para ir a la compra pero, ¿sabías que son poderosas herramientas que se usan en tareas muy complejas como la revisión de los aviones? Realizar este tipo de listas te ayudará a desarrollar tu pensamiento synvergente sin darte cuenta.

Dibuja

Ya aprendiste en la unidad 1 que el visual thinking es innato, pero puede que, al crecer, hayas perdido práctica. Relájate en casa o en los descansos del trabajo haciendo pequeños dibujos.

Volver a adquirir el hábito de dibujar es muy sencillo y te ayudará muchísimo tanto en la futura elaboración de mapas mentales como en tu vida diaria, ya que te relajará y te ayudará a entenderte a ti mismo/a.

¿Sabias qué?

Dibujar ayuda a relajarse, pero también a concentrarse.

Además, estimula nuestro cerebro, mejora nuestra memoria y nuestra capacidad de introspección (es decir, nos ayuda a mirar en nuestro interior y entender nuestro estado de ánimo) y nos entretiene y divierte.

Si no te atreves aún a dibujar o garabatear, empieza por colorear. También te ayudará mucho, por eso se ha puesto de moda colorear mandalas.