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Un mapa mental analógico conlleva una cantidad de ventajas considerable frente a los mapas digitales, sobre todo si las comparamos con las de los mapas conceptuales digitales.
Un mapa mental analógico conlleva una cantidad de ventajas considerable frente a los mapas digitales, sobre todo si las comparamos con las de los mapas conceptuales digitales.
Comparemos las ventajas que tenían los mapas conceptuales analógicos con los que tienen los mapas mentales analógicos:
Muchas personas se relajan al escribir y/o dibujar.
Además, en el caso de los mapas mentales, ayudarán a desarrollar tus capacidades, como has visto en anteriores epígrafes, ya que dibujarlos por ti mismo/a te servirá para concentrarte, mejorar la retentiva y la memoria, estimular tu cerebro y divertirte.
La imaginación fluye cuando tienes a mano lápices o rotuladores de colores.
Al caracterizarse por su flexibilidad y no tener que seguir las rígidas reglas de los mapas conceptuales, podrás crear mapas mentales imaginativos y originales que, a su vez, te ayudarán a potenciar cada vez más tu agudeza para encontrar ideas innovadoras.
No a todo el mundo se le da bien la informática, así que, si tenemos, por ejemplo, que impartir una acción formativa a personas de perfil tecnológico bajo, será mejor que les proporcionemos mapas analógicos. Más razón aún si los mapas conceptuales los van a realizar por sí mismos/as.
Sobre todo en ámbitos educativos, los mapas analógicos pueden suponer la única forma de que los estudiantes realicen los suyos. No obstante, en próximos epígrafes verás que existe la manera de realizar mapas digitales de manera gratuita.
Las desventajas son las mismas que las de los mapas conceptuales, es decir, las siguientes:
Dependencia del papel, lo que a su vez supone:
Si bien es cierto que las desventajas de realizar analógicamente un mapa mental son las mismas que las de llevar a cabo de la misma forma un mapa conceptual, en el primer caso obtenemos un beneficio superior: potenciar nuestro pensamiento irradiante.