Comencemos por los usos generales:
Toma de notas
La toma de notas tradicional no facilita recordar su contenido y nos impide establecer asociaciones.
Sin embargo, tomar notas mediante mapas mentales nos ayudará a recordar más tarde la información y a entender mejor el tema que nos ocupa.
Planificación de proyectos
Existen muchas maneras de planificar proyectos (incluidos los mapas conceptuales), pero ninguna es tan creativa y flexible como los mapas mentales.
Gracias a ellos, podrás tener ideas más innovadoras y una visión global menos lineal y más productiva que con los mapas conceptuales.
Toma de decisiones
En un mapa conceptual podrías incluir los pros y los contras, pero en un mapa mental podrás incluir otros puntos de vista, así como nuevas alternativas.
Por todo ello, además de decidir más rápido, puede que la decisión sea mejor porque hayas visto una solución que sin la potencia del pensamiento irradiante probablemente se te hubiese pasado por alto.
Organización
Para aquellas personas cuya vida no está marcada por hitos inamovibles, un mapa mental será más adecuado para gestionar las tareas diarias.