En el ámbito laboral, los usos serían los siguientes:
Protocolos
Un buen protocolo debe dar alternativas por si un paso no puede darse por cualquier imprevisto. Por eso un mapa conceptual no sería adecuado para plasmarlo correctamente, mientras que un mapa mental sí lo sería.
Presentaciones
Gracias a la introducción de imágenes, colores y símbolos, los mapas mentales resultarán maneras más atractivas de realizar presentaciones.
Si bien es cierto que pueden resultar confusos, podremos ir aclarándolo todo mediante nuestra exposición oral.
Equipos
En la siguiente y última unidad, verás los usos de mapas mentales para el trabajo colaborativo, lo que te resultará muy útil en el ámbito laboral.
Análisis
Un análisis de resultados o de obstáculos será más intuitivo y gráfico presentado en un mapa mental que a la manera tradicional.
Además, el análisis será (sin esfuerzo y casi sin darnos cuenta) mucho más profundo gracias al poder del pensamiento irradiante.
Conclusiones
Tras una reunión, un acción formativa, un proceso de investigación, etc. podrás reflejar tus conclusiones sin necesidad de pasar por las tediosas etapas a las que te obligaría un mapa conceptual.
Asimismo, te ayudará a recordar mejor dichas conclusiones más adelante.
Fíjate en el siguiente mapa mental que establece un protocolo en caso de emergencia en un edificio de 3 plantas: