Para que el trabajo colaborativo funcione de verdad, los miembros del equipo deben cumplir con las llamadas "Cinco C":
Compromiso
Cuando hablamos de compromiso nos referimos a que cada miembro del equipo esté dispuesto a aportar su trabajo y su tiempo haciendo las tareas que le correspondan.
El compromiso debe nacer de la propia voluntad del individuo, por lo que todos los miembros deben participar libremente.
Complementariedad
La complementariedad se da cuando cada persona del equipo contribuye con sus capacidades únicas. Los demás aceptan estas diferencias y valoran la riqueza y equilibrio del equipo.
Un buen equipo sabe cuáles son las habilidades y posibilidades de cada miembro y les saca provecho, por eso es vital que los equipos dediquen tiempo a conocerse bien.
Coordinación
La coordinación consiste en la integración de acciones, conocimientos y objetivos de todos los elementos de un equipo.
La coordinación dependerá de los miembros del equipo, de un liderazgo acertado y de contar con los medios adecuados. Ten en cuenta que irá mejorando con el tiempo y el esfuerzo conjunto.
Comunicación
La coordinación de la que hablábamos sólo podrá lograrse con una buena comunicación interpersonal entre todos los miembros del equipo.
Esta comunicación debe darse, además, cumpliendo con el respeto y las ganas de escuchar lo que todos tienen que decir. Una buena comunicación solo será posible si se cuenta con los canales correctos.
Confianza
El último factor imprescindible del trabajo en equipo es la confianza de cada miembro en que el resto del equipo dará lo máximo posible por el bien colectivo y hará las tareas que le corresponden de la mejor manera.
La confianza debe ser bidireccional, es decir, cada miembro debe confiar en los demás y los demás deben confiar en él. Solo así el clima de trabajo será el oportuno para maximizar el potencial del equipo.