Veamos a qué nos referimos con las modalidades de mapas mentales que pueden ayudarte en cada fase de la reunión:
Inicial
El mapa mental inicial corresponde a la fase de preparación y, dependiendo de la formalidad o informalidad de la reunión, deberá usarse un mapa mental digital o uno analógico.
En las reuniones de un equipo que trabaje colaborativamente lo normal será que tenga carácter informal y, por eso y por su facilidad para ejecutarlo (y los beneficios que ya sabes que conlleva), lo ideal será usar mapas mentales analógicos.
Presentación
En el caso de realizarse una exposición, el ponente podrá preparar un mapa mental para hacerla más atractiva y ayudar a los/as participantes a entender la temática en cuestión.
Como en el caso anterior, será digital o analógico dependiendo de la formalidad o informalidad de la reunión, pero también de las preferencias del ponente o de las necesidades específicas de la reunión en particular.
Eso sí, si acude alguien ajeno al equipo colaborativo será preferible un mapa digital.
Toma de notas
Esta actividad siempre será más sencilla y cómoda realizarla de manera analógica.
Acta de la reunión
Si las conclusiones deberán ser añadidas al know-how de la organización, los mapas mentales que las reflejen serán preferiblemente digitales.
En caso contrario, se hará siguiendo los mismos criterios de formalidad o informalidad.
Para que te hagas una idea, aquí tienes un ejemplo de un mapa mental inicial que informa de los detalles de una próxima reunión: